control de tanques y pozos

Las descripciones de accidentes en los pozos muestran que operaciones aparentemente simples pueden ser mortales porque acumulan gases más pesados ​​que el aire: dióxido de carbono, metano y sulfuro de hidrógeno. El contenido de cada uno de estos gases en el aire es muy peligroso para los humanos: el dióxido de carbono desplaza el oxígeno del sistema respiratorio y algunas inhalaciones conducen a la pérdida del conocimiento. El metano provoca anestesia general en el cuerpo. Sulfuro de hidrógeno muy fuerte, en alta concentración, incluso con una sola inhalación causa parálisis del sistema respiratorio y muerte.

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